Cuando una Organización, no realiza un adecuado levantamiento de riesgos, fundado en una estructura que permita tratarlos sistemáticamente, sin duda su MPD se verá afectado.
Un Modelo de Prevención de Delitos que se base en una identificación y gestión de riesgos debilitada, tendrá poca efectividad y su existencia será meramente de forma.
Es importante detenerse en el Sistema de Gestión Integral de Riesgos que la Empresa tiene y el funcionamiento de sus distintas estructuras. El MPD debe abordar los riesgos susceptibles de convertirse en delitos penales para la empresa, sin embargo el Programa de Compliance Integral debe ser mucho más ambicioso.
La estructura que la empresa haya dispuesto para enfrentar los riesgos de su negocio, junto con la adecuada y permanente identificación de éstos, constituyen el corazón del MPD. Este proceso debe ser realizado de manera participativa por todos los estamentos de la organización y deben jugar un rol relevante los responsables de los procesos y sus actividades.
La identificación de los riesgos requiere de estructura, conocimiento y metodología, este proceso debe ser liderado por un responsable. Si en esta etapa hay errores u omisiones, éstas se verán reflejadas en el MPD, deteriorando su efectividad.